El conocimiento de McLaren con súper deportivos livianos, aerodinámicos y feroces es innegable, y el McLaren 720S es una prueba, con un V-8 de 710 caballos de fuerza y con doble turbo 4.0 litros impulsa las ruedas traseras a través de una transmisión automática de siete velocidades.
Se ofrece un modo Drift además de las configuraciones Comfort, Sport y Track para permitir la adrenalina; el automóvil es sorprendentemente tranquilo y civilizado.
Un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil es estándar, al igual que un clúster de medidor digital que se esconde en el tablero cuando se encuentra en el modo Pista.
Incluso un mejor rendimiento cumple con la mejora de la habitabilidad en el McLaren 720S.
El sistema Variable Drift Control se promete demasiado, la pantalla táctil no es tan buena como en muchos automóviles normales.
El McLaren 720S es la mejor demostración del principio central de McLaren de la Paz a través del poder de fuego superior. Con 710 caballos de fuerza, su motor V-8 biturbo de 4.0 litros tiene 49 caballos de ventaja sobre el Ferrari 488GTB, un automóvil que rara vez es acusado de modales de carretera lentos.
Al mismo tiempo, la ventaja de la relación potencia-peso del McLaren 720S se ha agudizado aún más con una arquitectura aún más intensiva en carbono.
La nueva cabina Monocage II ahora incorpora fibra de carbono que consiste en el parabrisas envolvente y continúa a través de la sección central del techo.
Estos mejoran la integridad estructural: el soporte de carga para el 650S, el predecesor de este automóvil, se manejaba completamente con la cabina inferior, lo que explica por qué las versiones de cupé y spider tenían la misma rigidez torsional.
Los componentes compuestos de invernadero también ahorran peso en comparación con los pilares de aluminio y el cabezal del parabrisas del modelo anterior. McLaren dice que el cuerpo es 40 libras más ligero, con el peso en seco general del McLaren 720S cayendo a una demanda de 2828 libras con cada opción de peso ligero disponible.
Entonces, aunque los fundamentos de un cuerpo de carbono y el torque de envío V-8 montado en la mitad de las ruedas traseras siguen siendo los mismos, prácticamente todos los detalles han sido modificados.
Visualmente, la diferencia más obvia es la pérdida de las tomas de aire laterales del 650S, con el McLaren 720S luciendo más elegante y musculoso sin ellas; el aire se dirige ahora al motor y a los radiadores por un canal bien disimulado junto a las ventanas traseras.
Aunque nuestro elogio por el diseño en la parte trasera es puro: la parte trasera tiene un parecido con el McLaren P1 con el alerón trasero en su posición desplegada, las nuevas aperturas de faros oscuros que incorporan tomas de aire y elementos de iluminación son muy coloridos sensible, el blanco metálico que da al McLaren 720S una apariencia desapasionada que evoca pesadez.
El McLaren 720S es la mejor demostración del principio central de McLaren de la Paz a través del poder de fuego superior
La cabina bien recortada es supremamente funcional, pero le falta gran parte del mundo del espectáculo de los rivales más llamativos.
Entrar y salir es más fácil con los alféizares inferiores del McLaren 720S y las puertas de apertura más amplia, que ahora obtienen una bisagra superior gracias a los pilares A compuestos.
La visibilidad es lo suficientemente buena para justificar la afirmación frecuente de McLaren de que se inspiró en el diseño de aviones de combate. Los delgados pilares delanteros mejoran drásticamente el campo de visión hacia adelante, y los nuevos pilares C vidriados eliminan casi por completo los puntos ciegos sobre el hombro que han definido a los súper deportivos con motor central desde que emergieron por primera vez del cieno primordial.
El dispositivo de conmutación se ha simplificado, con controles de clima trasladados desde las puertas a la pantalla táctil central que carece de la sensibilidad y la facilidad de uso de los sistemas convencionales.
Hay algún súper deportivo en forma de pantalla de instrumentos digitales con inclinación de potencia; se pliega y se reemplaza con información mínima de contador de revoluciones y de lectura de velocidad cuando el automóvil cambia al modo Pista.
Si bien anteriormente nos han impresionado las diferencias dinámicas que McLaren ha podido inculcar en modelos basados en una arquitectura central similar, el McLaren 720S ha logrado un truco aún más preciso: combinando las virtudes de toda la gama.
Este es un automóvil tan civilizado como el 570GT y más rápido que el seminal 675LT, sin embargo, las impresiones iniciales son que ha pasado demasiado tiempo en una de esas elegantes escuelas de inglés y ha surgido demasiado refinado.
Los interruptores del tren motriz y del modo de manejo obtuvieron una nueva configuración de confort en lugar de la normal anterior, y esto entrega según lo prometido.
Ofrece un andar flexible, incluso en el asfalto italiano de menor calidad, además de un motor que proporciona un rendimiento sólido en el mundo real sin levantar la voz y una caja de cambios automática de doble embrague que hace una buena impresión de un fangoso convertidor de par automático.
La ventaja de la relación potencia-peso del McLaren 720S se ha agudizado aún más
El modo crucero es extrañamente silencioso; incluso las juntas de expansión en la autostrada italiana apenas interrumpen la calma de la cabina. De hecho, la ausencia de otras distracciones es probablemente la única razón por la cual el ligero ruido del viento desde la parte trasera de las puertas es obvio.
Sin embargo la personalidad dividida del McLaren 720S nunca es más que un dedo en flexión. El V-8 toma una fracción de segundo para ganar impulso, pero una vez que los turbos se activan, tira como la gravedad de Júpiter, independientemente de la marcha o la velocidad.
El motor está contento de llegar hasta su limitador de 8500 rpm, delirantemente, pero el nivel de empuje y el volumen de ruido hacen que sea difícil no encontrar un cambio ascendente embarazosamente temprano.
McLaren afirma que el 720S puede llegar a 124 mph desde su arranque en solo 7.8 segundos, y como tal podría romper el límite de velocidad más alto en cualquier país en menos de cinco segundos desde un comienzo estable.
Pero mientras que el McLaren 720S suena mejor que la mayoría de sus predecesores, con una batería inactiva y una furiosa nota de escape para compensar el ruido de inducción a altas revoluciones, aún carece de la gama vocal del Ferrari 488 y del lamento operístico del Lamborghini aspirando naturalmente como un huracán.
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